Preguntas en torno a la libertad del ciberespacio

John Perry Barlow, nacido en EUA en el año 1948, fue un artista, abogado y ciberactivista. 

En el año 1990, a raíz de su interés en las comunidades de internet dedicadas al debate político, social, religioso y económico, crea junto a dos asociados más: John Gilmore, Mitch Kapor, la Electronic Frontier Foundation. En busca de la lucha por las libertades digitales de los individuos. En el año 1996 presenta en Davos, en el marco del Foro Económico Mundial su más importante obra: La Declaración de Independencia del Ciberespacio.

“Estamos creando un mundo en el que todos pueden entrar, sin privilegios o prejuicios debidos a la raza, el poder económico, la fuerza militar, o el lugar de nacimiento. Estamos creando un mundo donde cualquiera, en cualquier sitio, puede expresar sus creencias, sin importar lo singulares que sean, sin miedo a ser coaccionado al silencio o el conformismo. Vuestros conceptos legales sobre propiedad, expresión, identidad, movimiento y contexto no se aplican a nosotros. Se basan en la materia. Aquí no hay materia. Nuestras identidades no tienen cuerpo, así que, a diferencia de vosotros, no podemos obtener orden por coacción física.”

En estas pocas líneas de su declaración se alza una particular manera de ver internet, como un espacio sin fronteras físicas ni de ningún tipo. Planteando que por medio de una descorporalización el control de cualquier tipo no sería posible. Es curioso pensar acerca de este punto sobre el cuerpo y el control. Un cuerpo plantea una limitación, una finitud clara acerca de la existencia humana. Pareciera que el planteo de la infinitud de Barlow quiere arrasar con todo, incluyendo con la finitud de la propia vida humana. Lo que queda desdibujado en estas contundentes palabras es que los, las y les usuarios, usuarias y usuaries de internet, somos personas. ¿Sino, a quiénes les habla? 

Eva & Franco Mattes, BEFNOED, 2016. Video, screen, custom wall bracket, various cables. Variable dimensions.

Seres de carne y hueso falibles, que tienen una vida, tipean en un dispositivo, usan su cuerpo para más actividades aparte de ésta, se enferman, son coaccionados y oprimidos físicamente por mil tipos distintos de fronteras (simbólicas, sociales, culturales, territoriales, etc). Es interesante leerlo nuevamente y preguntarse: ¿A qué individuo le habla entonces esta declaración o en nombre de quién/es habla? ¿Cuál es la independencia, de qué nos independizamos y cuál es el costo de ésta misma? ¿Cuál era el ideal de autonomía y libertad que poseía este manifiesto? 

“Nuestro mundo está a la vez en todas partes y en ninguna parte, pero no está donde viven los cuerpos.”

Por Igne Argento ​@hacerlugar



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